Fusiones bancarias

Autor de la primera fusión bancaria, en 1989, lleva a cabo varios procesos de fusión, durante el transcurso de los veinticinco años que permaneció a la cabeza de uno de los grupos bancarios más importantes de Italia. Realiza un diseño organizativo y empresarial que, una vez puesto en marcha, en 1992 a la fusión del Banco di Roma (B.d.R.), la Cassa di Risparmio di Roma (C.R.R.) y el Banco di Santo Spirito (B.S.S.), le sigue la compra del Mediocredito Centrale y del Banco di Sicilia en 1999, así como la integración del Gruppo Bancaroma y el Gruppo Bipop Carire en la sociedad instrumental Capitalia, en 2002, hasta llegar al surgimiento del coloso bancario Unicredit-Capitalia, el 20 de mayo de 2007, en vigor a partir del 1 de octubre de 2007.
La siguiente cronología de acontecimientos recorre la trayectoria de fusiones que llevó a la confirmación del Gruppo Unicredit/Capitalia con un volumen de capitalización bursátil que asciende a 96,7 mil millones de euros.

Nacimiento de la Banca di Roma

El diseño estratégico originario quería conjugar unas zonas amplias de captación consolidadas, con un fuerte arraigo local, con las capacidades operativas de una gran banca a nivel internacional. El nacimiento de la Banca di Roma representa la única verdadera fusión entre bancos que se produjo hasta finales de los años noventa.
La primera fase de la operación de fusión se lleva a cabo entre los años 1989 y 1992, produciendo así el nacimiento de la Banca di Roma.
Una vez que la C.R.R. le ha otorgado los activos al B.S.S. (1 de marzo de 1991), el proceso de fusión continúa, utilizando los instrumentos que la ley nº 218 de 30 de julio de 1990 (la denominada Ley “Amato”) y el decreto legislativo nº 356 de 20 de noviembre de 1990, le confieren.
En 1992 se instaura una sociedad instrumental (Società Italiana di Partecipazioni Bancarie - S.I.P.A.B. S.p.A. que en abril de 1992 cambiará su denominación social por la de Cassa di Risparmio di Roma Holding S.p.A.) mediante la concesión por parte del IRI (Istituto per la Ricostruzione Industriale - Instituto para la Reconstrucción Industrial) y del Ente Cassa di Risparmio de las participaciones mayoritarias del B.d.R. y, respectivamente, del B.S.S.
La sucesiva fusión por absorción del B.d.R. al B.S.S. y la modificación contextual de la denominación de la banca absorbente por la de Banca di Roma S.p.A. tendrá efecto a partir del 1 de agosto de 1992. El organismo bancario resultante presentaba una red de aproximadamente 1.100 oficinas, unos 24.000 trabajadores y un activo total (suma de los activos de las dos bancas al 31 de diciembre de 1991) de 139.449 mil millones de liras.

Desde el principio la nueva banca orienta sus estrategias hacia la consolidación de la integración de las entidades originarias y al aumento del activo, reforzando su presencia en la banca minorista y expandiendo la gama de servicios prestados a los clientes. Además, la banca actúa de una forma que elimina las superposiciones existentes en su red de oficinas, adopta políticas de reducción de plantilla e introduce rigurosos procedimientos de valoración y de control de riesgos. Finalmente, refuerza su presencia en áreas como la inversión y la banca privada y en el campo de los seguros.

Adquisición de la Banca Mediterranea y de la Banca dell’Agricoltura

En el transcurso de febrero de 1995 la Banca di Roma finaliza la adquisición de una participación del 51,95% del capital de la Banca Mediterranea, una banca regional localizada principalmente en Puglia y en Basilicata, cuyo activo asciende a 4.113 mil millones de liras y que cuenta con 85 oficinas el 31 de diciembre de 1994.

En abril de 1995 la Banca di Roma compra el 48,26% de las acciones ordinarias de la Banca Nazionale dell'Agricoltura (un 35,53% del capital social), una banca de nivel nacional con una presencia importante en la región Emilia Romagna y Marche. La adquisición se lleva a cabo a través de la compra de la sociedad matriz Bonifiche Siele Finanziaria S.p.A. y comporta un desembolso de aproximadamente 958 mil millones de liras. Las tres entidades crediticias mantienen su red de oficinas para apoyar la diversidad de asentamientos territoriales, en presencia, por otro lado, de procesos de integración de algunas funciones, como por ejemplo, los procedimientos operativos y los soportes tecnológicos y administrativos.

Privatización del Gruppo Bancaroma

En noviembre de 1997 (tras la convención estipulada entre Ente Cassa di Risparmio di Roma e IRI el 5 de noviembre de 1997), se produjo la liquidación de la Cassa di Risparmio di Roma Holding y ésta transfirió a sus socios las acciones Banca di Roma que poseía (en aquel momento la Banca di Roma ocupó el puesto de la Cassa di Risparmio di Roma Holding como líder del grupo bancario denominado Bancaroma). De este modo, se llevó a cabo una operación de colocación de acciones y obligaciones en cuyo ámbito el IRI liquidó su participación y el Ente Cassa di Risparmio di Roma redujo su posesión a aproximadamente un 27%. Dicho Ente se flanqueó de nuevos accionistas: Toro Assicurazioni y, sucesivamente, EDS mediante suscripciones de acuerdos entre accionistas el 6 de noviembre de 1997 y el 27 de abril de 1998 respectivamente.
No resulta fácil comentar los resultados de la privatización de la Banca di Roma sin dejarse llevar por aires triunfalistas. El éxito obtenido es tal que llena de satisfacción a todo aquel que ha participado en esta operación. IRI es el primero de la lista, el cual gracias al éxito de la privatización ha recaudado (por cada punto porcentual de la cuota de la Banca que posee) unos 83 mil millones, por un total de 1.900 mil millones, una parte de los cuales deriva de la venta de las acciones en efectivo, y otra parte de la cesión de las obligaciones convertibles.
El éxito de esta colocación, que ha atraído a unos 292 mil socios nuevos, se debe a un buen trabajo en equipo. La campaña publicitaria creada por J.W. Thompson (cuyo neologismo “Snafùz” ya se ha convertido en patrimonio del lenguaje popular) consiguió atraer la atención de los ahorradores.
En el éxito de la privatización de la Banca han contribuido también notablemente sus funcionarios. De hecho, la mayor parte de las suscripciones se han realizado en las 1.600 oficinas del Grupo presentes en todo el territorio nacional. Limitar a los funcionarios y a los altos directivos el éxito de esta operación sería restrictivo. Toda la estructura ha participado activamente para que los resultados de esta operación fueran los mejores.

La segunda fase de la fusión: diversificación geográfica y operativa

En diciembre de 1999 la fusión del Mediocredito Centrale posibilita que el grupo extienda su cobertura operativa a todos los sectores de la intermediación financiera. Gracias a la inclusión contextual del Banco di Sicilia se adquieren estructuras capaces de consolidar la cuota de mercado y extender la diversificación territorial.
La operación le proporciona al grupo la posibilidad de adquirir una importante cuota de mercado bancario y financiero siciliano, que presenta significativas posibilidades de crecimiento en la demanda de productos financieros y de banca aseguradora. Lo que se persigue con el Mediocredito Centrale es ampliar los canales de distribución a través de la red Bancaroma, con mercados más grandes y rentables para los productos y servicios de finanzas innovadoras y empresariales. Además, se presentan otras operaciones tras considerar la proyección internacional ofrecida por el grupo holandés ABN AMRO.
El Nuevo modelo del Gruppo Bancaroma (23 de enero de 2002) prevé, entre otras cosas, la concentración de las funciones de gobierno en una sociedad instrumental con estatuto bancario (Holding BdR), que disponga las definiciones de las políticas del grupo y de los estándares operativos de sus componentes, realizando una racionalización de los centros de dirección. Dicha disposición resulta apropiada para la sucesiva integración de BdR y Bipop.
En julio de 2002, con la fusión del Gruppo Bipop-Carire se cumplirá con una acción decisiva hacia el reequilibrio territorial de las redes de oficinas y de empleos, así como hacia una mejor diversificación de los riesgos.

La compra por parte del Gruppo Bancaroma en 2002 restablece en Bipop la plena regularidad administrativa y restaura un sistema de reglas marcado por la transparencia de las funciones y la corrección de los procedimientos. Además, se define una nueva disposición estatutaria y reglamentaria, un nuevo sistema de poderes, se reorganizan las actividades de control interno y se instaura la función de gestión de riesgos. Todo ello asentará las bases para valorar las posibilidades de crecimiento y la reactivación comercial del Grupo adquirido.
Después de estas operaciones (1 de julio de 2002), la Banca di Roma y Bipop cambian su denominación por Capitalia Spa y Fineco Spa respectivamente.

Cuando se formó, Capitalia representaba el 4° grupo bancario italiano, con más de 1.900 oficinas, 5 millones de clientes, 80 mil millones de euros en créditos conferidos a clientes y 81 mil millones de depósitos de clientes.

Acuerdo entre accionistas de Capitalia

Tras la resolución del Acuerdo entre Fondazione Cassa di Risparmio di Roma, Toro Assicurazioni y ABN AMRO, el 22 de octubre de 2003 se lleva a cabo un nuevo acuerdo de accionistas entre algunos accionistas de Capitalia, entre los que se encontran importantes empresarios y agentes financieros, italianos y extranjeros, además de algunas entidades importantes. Al acuerdo entre accionistas sobre voto y bloqueo, con una duración trienal, se aportan cuotas de un 29,579% del capital social.

La llegada de la fusión en Unicredit

El 30 de julio de 2007 la Asamblea Extraordinaria de accionistas de Capitalia aprueba el proyecto de fusión por absorción de Capitalia SpA a Unicredit SpA.

La fusión entre Capitalia y UniCredit representa la convergencia de dos historias de alianzas de éxito en ciertos aspectos similares. Capitalia ya había alcanzado su máximo potencial de crecimiento natural. La fusión con UniCredit le proporciona a Capitalia la oportunidad de entrar en un Grupo europeo grande y dinámico y realizar un salto a nivel internacional. En una escala diversa, UniCredit ha mostrado en estos años las mismas ganas de crecer y el mismo coraje al operar en economías aún no maduras, sobre todo en el extranjero.